
Hasta aquí, la trama de la película se aproxima a tantas otras de serie “B”, como digo yo, de las de las tres y media los fines de semana. Lo que ocurre a continuación, el inesperado giro de los acontecimientos, es algo que os invito a ver. No os quiero dar demasiadas pistas respecto a lo que ocurre a después, pero os aseguro que la historia os dejará con la boca abierta, no os quepa duda.
Hay acción, algo de violencia física, buenos, malos y peores (¿el fin justifica los medios?, ¿puede la bondad transformarse en maldad dependiendo del punto de vista?), pero sobre todo hay un guión sobresaliente y una actuación brillante de los dos protagonistas. Sin desmerecer la gran interpretación de Patrick Wilson, en este caso merece la pena resaltar la de Ellen Page, que logra conmover y generar en el espectador la catarsis tan perseguida en el oficio. Y es que de eso se trata, de mover los instintos y los sentimientos del que mira al otro lado de la pantalla, en la tranquilidad de su sofá o de la sala de cine.
Por supuesto, más allá de ser un “thriller”, o una película de crímenes, se puede sacar punta al guión y dejarnos llevar por siempre compleja discusión sobre lo bueno y lo malo de Internet, la necesidad de control o, como mínimo, la de una buena educación preventiva. No persigue la película ese objetivo, al menos no el primera instancia, aunque está bien que nos recuerde que en “la red de redes” no todo es lo que parece.
No es casualidad que Hard Candy fuera galardonada en el Festival de Cine Fantástico de Sitges con los premios a mejor película, mejor guión y el premio del público. Desde luego, la película lo merece.
Yo me la vi hace bastante, y la verdad es que me impactó mucho. Me esperaba algo normalito como tú bien dices, y te encuentras con una película muy buena que además te hace reflexionar tras verla. Me uno en tu recomendación de verla.
ResponderEliminarla he visto este fin de semana, es un peliculón! gracias Juanjo
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